Mujer, te miro y te veo​

¡Hola! Mi nombre es Mercedes Joglar.

Hace ya casi 4 años comencé un proyecto donde diseño vestidos de embarazadas para sesiones de fotos; y hace un año sumé los vestidos de embarazadas para ocasiones especiales.
O sea que me dedico a vestir el embarazo, o como me gusta decir a «embellecer el embarazo».

Durante el recorrido de Nueve Lunas Barcelona, presencié muchísimas sesiones de fotos, donde asistía con el estilismo a los fotógrafos (eligiendo los looks y preparando a las embarazadas para brillar en el set).
Cada sesión eran tan única, cómo la mujer gestante que la protagonizaba. Entonces fue inevitable para mi que me calara hondo cada experiencia, observando cómo se hablaba o se sentía la mujer.

El origen

Como ocurre siempre, el por qué hacemos las cosas (sobre todo un espacio comunitario como este) tiene el origen en nuestro interior.

Con cada experiencia que compartía con embarazadas, veía con más claridad la incomodidad que surgía en la mayoría. En algunas era por su autoexigencia respecto a su imagen, en otras porque les costaba conectar con la sensualidad de mujer en su estado.
Entonces recordé a mi madre.
Yo siempre sentí que ella no disfrutó de su embarazo, y que tenía una gran pelea en su interior entre ser mujer y ser madre.
Generalmente vivía en la polaridad de ser mujer, y le costaba contactar con la otra polaridad… y cuando lo hacía: caos!

Por eso, hoy que transito la gestación de mi primer bebé y lo vivo en carne propia… refuerzo la idea de que esas polaridades se pueden trabajar para llegar a un punto lo más equilibrado posible… razón que origina el nacimiento de la comunidad.

Mi misión

Abrazar a la mujer que no sabe donde poner sus necesidades intrínsecas porque se siente mala madre, o porque finalmente no se cuida y eso termina pesando en la mirada a la maternidad, o porque no sabe gestionar la culpa que le genera la opinión del entorno cuando se prioriza.

Y no es mi misión porque sepa cómo hacerlo, sino porque estoy aprendiendo. Y porque sí sé que en la gestación, nuestros bebés reciben todas nuestras emociones (+ o -) y que luego, cuando van creciendo, su mayor enseñanza es a través de nuestro propio ejemplo… entonces si queremos que tengan una vida sana, coherente y feliz, primero tenemos que hacerlo con nuestras propias vidas.

Michel Odent dijo que
«para cambiar el mundo había que cambiar la forma de nacer»…
y yo agrego que también hay que iluminar la forma de gestar.